LECTURAS DEL DÍA – JUNIO 2017 CICLO A
VIERNES DE LA DECIMOTERCERA SEMANA
Primera lectura: Génesis 23, 1-4. 19; 24, 1-8. 62-67
Salmo responsorial: Sal 105, 1-2. 3-4a. 4b-5
Evangelio: San Mateo 9, 9-13
PRIMERA LECTURA
Isaac amó tanto a Rebeca que se consoló de la muerte de su madre
Lectura del libro del Génesis 23, 1-4. 19; 24, 1-8. 62-67
Sara vivió ciento veintisiete años;
y murió en Quiriat Arba (hoy Hebrón) , en país cananeo.
Abrahán fue a hacer duelo y a llorar a su mujer.
Después dejó a su difunta y habló a los hititas: —Yo soy un forastero, residente entre vosotros.
Dadme un sepulcro en propiedad, entre vosotros, para enterrar a mi difunta.
Después Abrahán enterró a Sara, su mujer, en la cueva del campo de Macpela, frente a Mambré (hoy Hebrón) , en país cananeo.
Abrahán era viejo, de edad avanzada, el Señor le había bendecido en todo.
Abrahán dijo al criado más viejo de su casa, que administraba
todas las posesiones: —Pon tu mano bajo mi muslo, y júrame por el Señor Dios del cielo y de la tierra, que cuando le busques mujer a mi hijo, no la escogerás entre los cananeos, en cuya tierra habito, sino que irás a mi tierra nativa, y allí buscarás mujer a mi hijo Isaac.
El criado contestó: —Y si la mujer no quiere venir conmigo a esta tierra, ¿tengo que llevar a tu hijo a la tierra de donde saliste?
Abrahán le replicó: —De ninguna manera lleves a mi hijo allá.
El Señor Dios del cielo, que me sacó de la casa paterna y del país nativo, que me juró: «A tu descendencia daré esta tierra» , enviará su ángel delante de ti, y traerás de allí mujer para mi hijo. Pero si la mujer no quiere venir contigo, quedas libre del juramento. Sólo que a mi hijo no lo lleves allá.
Entretanto, Isaac había venido al desierto del pozo de Lajay Roí, pues habitaba en el país del Negueb.
Después de mucho tiempo una tarde había salido Isaac de paseo por el campo; al alzar la vista vio que venían unos camellos.
Rebeca, a su vez, alzó los ojos, y viendo a Isaac, se apeó del camello y dijo al criado: — ¿Quién es aquel hombre que viene por el campo a nuestro encuentro?
El criado respondió: —Es mi señor.
Entonces ella tomó el velo y se cubrió.
El criado contó a Isaac todo lo que había hecho.
Isaac introdujo a Rebeca en la tienda de su madre Sara, la tomó por mujer y la amó tanto que se consoló de la muerte de su madre.
Salmo responsorial Sal 105, 1-2. 3-4a. 4b-5
V/. Dad gracias al Señor, porque es bueno
R/. Dad gracias al Señor, porque es bueno.
V/. Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterna su misericordia.
¿Quién podrá contar las hazañas de Dios, pregonar toda su alabanza ? R/.
V/. Dichosos los que respetan el derecho y practican siempre la justicia.
Acuérdate de mí por amor a tu pueblo. R/.
V/. Visítame con tu salvación, para que vea la dicha de tus escogidos, y me alegre con la alegría de tu pueblo, y me gloríe con tu heredad. R/.
EVANGELIO
No tienen necesidad de médico los sanos; misericordia quiero y no sacrificios
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 9, 9-13
En aquel tiempo, vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: Sígueme.
El se levantó y lo siguió. Y estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: ¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores ? Jesús lo oyó y dijo: No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos.
Andad, aprended lo que significa «misericordia quiero y no sacrificios» : que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.
LUNES DE LA DECIMOTERCERA SEMANA
Primera lectura: Génesis 18, 16-33
Salmo responsorial: Sal 102, 1-2. 3-4. 8-9. 10-11
Evangelio: San Mateo 8, 18-22
PRIMERA LECTURA
¿Es que vas a destruir al inocente con el culpable?
Lectura del libro del Génesis 18, 16-33
Cuando los hombres se levantaron de junto a la encina de Mambré, miraron hacia Sodoma; Abrahán los acompañaba para despedirlos.
El Señor pensó: — ¿Puedo ocultarle a Abrahán lo que pienso hacer? Abrahán se convertirá en un pueblo grande y numeroso, con su nombre se bendecirán todos los pueblos de la tierra; lo he escogido para que instruya a sus hijos, su casa y sus sucesores, para mantenerse en el camino del Señor haciendo justicia y derecho; y así cumplirá el Señor a Abrahán lo que le ha prometido.
El Señor dijo: —La acusación contra Sodoma y Gomorra es fuerte y su pecado es grave: voy a bajar, a ver si realmente sus acciones responden a la acusación; y si no, lo sabré.
Los hombres se volvieron y se dirigieron a Sodoma, mientras el Señor seguía en compañía de Abrahán.
Entonces Abrahán se acercó y dijo a Dios: — ¿Es que vas a destruir al inocente con el culpable? Si hay cincuenta inocentes en la ciudad, ¿los destruirás y no perdonarás al lugar por los cincuenta inocentes que hay en él? ¡Lejos de ti tal cosa! , matar al inocente con el culpable, de modo que la suerte del inocente sea como la del culpable; ¡lejos de ti! El juez de todo el mundo, ¿no hará justicia?
El Señor contestó: —Si encuentro en la ciudad de Sodoma cincuenta inocentes, perdonaré a toda la ciudad en atención a ellos.
Abrahán respondió: —Me he atrevido a hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza.
Si faltan cinco para el número de cincuenta inocentes, ¿destruirás, por cinco, toda la ciudad?
Respondió el Señor: —No la destruiré, si es que encuentro allí cuarenta y cinco.
Abrahán insistió: quizá no se encuentren más que cuarenta.
—En atención a los cuarenta, no lo haré.
Abrahán siguió hablando: que no se enfade mi Señor si sigo hablando.
¿Y si se encuentran treinta?
—No lo haré, si encuentro allí treinta.
Insistió Abrahán: —Me he atrevido a hablar a mi Señor, ¿y si se encuentran veinte ?
Respondió el Señor: —En atención a los veinte no la destruiré.
Abrahán continuó: Que no se enfade mi Señor si hablo una vez más.
¿Y si se encuentran diez?
Contestó el Señor: —En atención a los diez no la destruiré.
Cuando terminó de hablar con Abrahán, el Señor se fue; y Abrahán volvió a su puesto.
Salmo responsorial Sal 102, 1-2. 3-4. 8-9. 10-11
V/. El Señor es compasivo y misericordioso.
R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
V/. Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. R/.
V/. El perdona todas tus culpas, y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura. R/.
V/. El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia; no está siempre acusando, ni guarda rencor perpetuo. R/.
V/. No nos trata como merecen nuestros pecados, ni nos paga según nuestras culpas; como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre sus fieles. R/.
EVANGELIO
Sígueme
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 8, 18-22
En aquel tiempo, viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de atravesar a la otra oril1a.
Se le acercó un letrado y le dijo: Maestro, te seguiré adonde vayas.
Jesús le respondió: Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar la cabeza.
Otro que era discípulo, le dijo: Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre.
Jesús le replicó: Tú, sígueme.
Deja que los muertos entierren a sus muertos.
DECIMOTERCER DOMINGO – TIEMPO ORDINARIO
Primera lectura: 2 Reyes 4, 8-11. 14-16a
Salmo responsorial: Sal 88, 2-3. 16-17. 18-19
Segunda lectura: Romanos 6, 3-4. 8-11
Evangelio: San Mateo 10, 37-42
PRIMERA LECTURA
Ese hombre de Dios es un santo, se quedará aquí
Lectura del segundo Libro de los Reyes 4, 8-11. 14-16a
Un día pasaba Eliseo por Sunem y una mujer rica lo invitó con insistencia a comer. Y siempre que pasaba por allí iba a comer a su casa. Ella dijo a su marido:
—Me consta que ese hombre de Dios es un santo; con frecuencia pasa por nuestra casa. Vamos a prepararle una habitación pequeña, cerrada, en el piso superior; le ponemos allí una cama, una mesa, una silla y un candil y así cuando venga a visitarnos se quedará aquí.
Un día llegó allí, entró en la habitación y se acostó.
Dijo a su criado Guiezi:
—¿Qué podemos hacer por ella?
Contestó Guiezi:
—No tiene hijos y su marido ya es viejo.
El le dijo:
—Llama a la Sunamita.
La llamó y ella se presentó a él.
Eliseo dijo:
—El año que viene, por estas mismas fechas abrazarás a un hijo.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 88, 2-3. 16-17. 18-19
V/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
V/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: «tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad.»
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
V/. Dichoso el pueblo que sabe aclamarte: caminaré, oh Señor, a la luz de tu rostro; tu nombre es su gozo cada día, tu justicia es su orgullo.
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
V/. Porque tú eres su honor y su fuerza, y con tu favor realzas nuestro poder. Porque el Señor es nuestro escudo, y el santo de Israel, nuestro rey.
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
SEGUNDA LECTURA
Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que andemos en una vida nueva
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 6, 3-4. 8-11
Hermanos:
Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo, fuimos incorporados a su muerte.
Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo fue despertado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva.
Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él, pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él. Porque su morir fue un morir al pecado de una vez para siempre, y su vivir es un vivir para Dios.
Lo mismo vosotros consideraos muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor Nuestro.
Palabra de Dios
Aleluya
Ver pags. 292-294 Si no se canta, puede omitirse
EVANGELIO
El que no toma su cruz, no es digno de mí. El que os recibe a vosotros, me recibe a mí
+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo 10, 37-42
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
—El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es
digno de mí; y el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no
es digno de mí; y el que no toma su cruz y me sigue, no es digno
de mí.
El que encuentre su vida, la perderá, y el que pierda su vida por mí, la encontrará.
El que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado.
El que recibe a un profeta porque es profeta, tendrá paga de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo, tendrá paga de justo.
El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca a uno de estos pobrecillos, sólo porque es mi discípulo, no perderá su paga, os lo aseguro.
SÁBADO DE LA DUODÉCIMA SEMANA
Primera lectura: Génesis 18, 1-15
Salmo responsorial: Lc 1, 46-47. 48-49. 50 y 53. 54-55
Evangelio: San Mateo 8, 5-17
PRIMERA LECTURA
¿Hay algo difícil para Dios? Cuando vuelva a visitarte Sara habrá tenido un hijo
Lectura del libro del Génesis 18, 1-15
En aquellos días, el Señor se apareció a Abrahán junto a la encina de Mambré, mientras él estaba sentado a la puerta de la tienda, porque hacía calor.
Alzó la vista y vio tres hombres en pie frente a él.
Al verlos, corrió a su encuentro desde la puerta de la tienda y se prosternó en tierra, diciendo: —Señor, si he alcanzado tu favor, no pases de largo junto a tu siervo.
Haré que traigan agua para que os lavéis los pies y descanséis junto al árbol.
Mientras, traeré un pedazo de pan para que cobréis fuerzas antes de seguir, ya que habéis pasado junto a vuestro siervo.
Contestaron: —Bien, haz lo que dices.
Abrahán entró corriendo en la tienda donde estaba Sara y le dijo: —Aprisa, tres cuartillos de flor de harina, amásalos y haz una hogaza.
El corrió a la vacada, escogió un ternero hermoso y se lo dio a un criado para que lo guisase en seguida.
Tomó también cuajada, leche, y el ternero guisado y se lo sirvió.
Mientras él estaba en pie bajo el árbol, ellos comieron.
Después le dijeron: — ¿Dónde está Sara, tu mujer?
Contestó: —Aquí, en la tienda.
Añadió uno: —Cuando vuelva a verte, dentro del tiempo de costumbre, Sara habrá tenido un hijo.
Sara lo oyó, detrás de la entrada de la tienda.
(Abrahán y Sara eran ancianos, de edad muy avanzada, y Sara ya no tenía sus períodos)
Y Sara se rió por lo bajo, pensando: —Cuando ya estoy seca, ¿voy a tener placer, con un marido tan viejo?
Pero el Señor dijo a Abrahán: — ¿Por qué se ha reído Sara, diciendo: «De verdad que voy a tener un hijo, yo tan vieja» ?
¿Hay algo difícil para Dios? Cuando vuelva a visitarte por esta época, dentro del tiempo de costumbre, Sara habrá tenido un hijo.
Pero Sara lo negó: —No me he reído.
Porque estaba asustada.
El replicó: —No lo niegues, te has reído.
Salmo responsorial Lc 1, 46-47. 48-49. 50 y 53. 54-55
V/. El Señor se acuerda de su misericordia.
R/. El Señor se acuerda de su misericordia.
V/. Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador. R/.
V/. Porque ha mirado la humillación de su esclava; desde ahora me felicitarán todas las generaciones.
Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo. R/.
V/. Y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación: a los hambrientos los colma de bienes, y a los ricos los despide vacíos. R/.
V/. Auxilia a Israel su siervo, acordándose de la misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abrahán y su descendencia para siempre. R/.
EVANGELIO
Vendrán muchos de Oriente y Occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 8, 5-17
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó diciéndole: Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho.
El le contestó: Voy yo a curarlo.
Pero el centurión le replicó: Señor, ¿quién soy yo para que entres bajo mi techo? Basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano.
Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes: y le digo a uno «ve» , y va; al otro, «ven» , y viene; a mi criado, «haz esto» , y lo hace.
Cuando Jesús lo oyó quedó admirado y dijo a los que le seguían: Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe.
Os digo que vendrán muchos de Oriente y Occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el Reino de los Cielos; en cambio a los ciudadanos del Reino los echarán afuera, a las tinieblas.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Y al centurión le dijo: Vuelve a casa, que se cumpla lo que has creído.
Y en aquel momento se puso bueno el criado.
Al llegar Jesús a casa de Pedro, encontró a la suegra en cama con fiebre; la cogió de la mano, y se le pasó la fiebre; se levantó y se puso a servirles.
Al anochecer, le llevaron muchos endemoniados; él con su palabra expulsó los espíritus y curó a todos los enfermos.
Así se cumplió lo que dijo el profeta Isaías: «El tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras enfermedades».
VIERNES DE LA DUODÉCIMA SEMANA – TIEMPO ORDINARIO
Primera lectura: Génesis 17, 1. 9-10. 15-22
Salmo responsorial: Sal 127, 1-2. 3. 4-5
Evangelio: San Mateo 8, 1-4
PRIMERA LECTURA
Circuncidad a todos vuestros varones en señal de mi pacto. Sara te va a dar un hijo
Lectura del libro del Génesis 17, 1. 9-10. 15-22
Cuando Abrán tenía noventa y nueve años, se le apareció el Señor y le dijo: —Yo soy el Dios Saday.
Camina en mi presencia, con lealtad.
El Señor añadió a Abrahán: —Tú guarda mi pacto, que hago contigo y tus descendientes por generaciones.
Este es el pacto que hago con vosotros y con tus descendientes y que habéis de guardar: circuncidad a todos vuestros varones.
El Señor dijo a Abrahán: —Saray, tu mujer, ya no se llamará Saray, sino que se llamará Sara.
La bendeciré y te dará un hijo y lo bendeciré; de ella nacerán pueblos y reyes de naciones.
Abrahán cayó rostro en tierra y se dijo sonriendo: — ¿Un centenario va a tener un hijo, y Sara va a dar a luz a los noventa?
Y Abrahán dijo a Dios: —Me contento con que conserves sano a Ismael en tu presencia.
Dios replicó: —No, es Sara quien te va a dar un hijo; lo llamarás Isaac; con él estableceré mi pacto y con sus descendientes, un pacto perpetuo.
En cuanto a Ismael, escucho tu petición: lo bendeciré, lo haré fecundo, lo haré crecer en extremo, engendrará doce príncipes y se hará un pueblo numeroso.
Pero mi pacto lo establezco con Isaac, el hijo que te dará Sara, el año que viene por estas fechas.
Cuando el Señor terminó de hablar con Abrahán, se retiró.
SALMO RESPONSORIAL
Sal 127, 1-2. 3. 4-5
V/. Esta es la bendición del hombre que teme al Señor
R/. Esta es la bendición del hombre que teme al Señor.
V/. ¡Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos ! Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. R/.
V/. Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa.
V/. Esta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén, todos los días de tu vida.
EVANGELIO
Si quieres, puedes limpiarme
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 8, 1-4
En aquel tiempo, al bajar Jesús del monte, lo siguió mucha gente.
En esto, se le acercó un leproso, se arrodilló y le dijo: .
─Señor, si quieres, puedes limpiarme.
Extendió la mano y lo tocó diciendo: ¡Quiero, queda limpio ! Y enseguida quedó limpio de la lepra.
Jesús le dijo: No se lo digas a nadie, pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que mandó Moisés.