Mons. José Ignacio Alemany
DOMINGO 04 DE MAYO
«¡PRIMERO DIOS!»
Tercer domingo de Pascua
«Primero Dios», dicen frecuentemente los buenos mexicanos. Prácticamente fue lo mismo que contestaron los apóstoles cuando el sumo sacerdote los interrogó diciendo:
«¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ese?».
San Pedro y los apóstoles le replicaron:
«Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres».
No olvidemos nunca que en nuestra vida tenemos muchas cosas que hacer, pero el primero es siempre Dios.
- Hechos de los apóstoles
Nos cuenta este libro del Nuevo Testamento que metieron a los apóstoles en la cárcel pretendiendo escarmentarlos para que nos hablaran de Jesús a la gente.
Durante la noche el Señor les abrió las puertas de la cárcel, con el mandato de salir a evangelizar como siempre, en el templo de Jerusalén.
El sumo sacerdote los interrogó:
«¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ese?».
La respuesta de Pedro y los apóstoles que estaban con él fue:
«Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres».
Y aprovecharon para evangelizar al mismo sumo sacerdote:
«El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús a quien vosotros matasteis colgándolo del madero».
De esta manera tuvieron que dejarlos libres y aprovecharon una vez más para repetirles la misma prohibición que nunca obedecieron.
Era su convicción y su fe.
Ojalá que nuestra fe esté firme creyendo que Jesucristo es Dios.
- Salmo 29
Un salmo para alabar a Dios. Muy apropiado para este día en que los apóstoles vivieron la libertad que les dio el Señor:
«Te ensalzaré, Señor, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos se rían de mí. Dad gracias a su nombre santo… Escucha, Señor y ten piedad de mí. Socórreme, Dios mío. Te daré gracias siempre».
- Apocalipsis
San Juan evangelista nos cuenta la visión que tuvo:
«Millares y millones de ángeles alrededor del trono de Dios cantaban con voz potente: “Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza”».
El evangelista y apóstol continúa glorificando a Jesucristo que merece la alabanza de todos los pueblos, precisamente por su muerte y resurrección que estamos celebrando en este tiempo de Pascua.